¿Te has dado cuenta de que cada vez haces menos clicks?
Buscas algo en Google y la respuesta aparece ahí mismo, sin entrar a ninguna página. Preguntas en ChatGPT o en cualquier IA y te da el resumen, el top 5, o el tutorial directamente, sin que tengas que “visitar” el sitio que originalmente lo publicó. Ves un producto en Instagram y decides comprarlo solo porque lo viste en el reel de alguien que ni siquiera te estaba vendiendo nada, pero su vida, su cuarto, su forma de hablar, te convencieron.
Bienvenido al mundo del zero click marketing, un término que suena técnico (bueno, ES técnico) pero que básicamente significa que las decisiones se toman antes de llegar a donde se suponía que debías llegar. Es el marketing sin el “viaje clásico del usuario”, sin el click que tanto obsesionó a toda una generación de marketers.
¿Qué significa esto para las marcas?
Significa que el juego cambió. Antes, todo era optimizar el CTR (click through rate). Que el usuario haga click en el banner, en el ad, en el link del newsletter. Ahora, muchas veces el usuario ni siquiera necesita salir del buscador, del chat o de la red social para formarse una opinión y tomar una decisión.
- Google muestra el snippet directo con la respuesta, desplazando a las webs abajo.
- Para la Gen Z, YouTube es el segundo buscador más usado después de Google (aunque en algunos temas es incluso el primero). Mientras tanto, TikTok se ha vuelto una plataforma que desplaza a los buscadores tradicionales cuando se trata de reseñas rápidas, cambiando fundamentalmente cómo descubrimos cosas.
- Los resúmenes generados por IA se van a comer, literalmente, la necesidad de clicks en muchísimos casos.
Sí, la gente todavía hace click. Pero estamos en una frontera difusa, donde conviven los clicks de siempre con el zero click marketing. Y cada vez falta menos para que los clicks sean la excepción.
Y entonces, ¿cómo medimos el éxito? ¿Cómo construimos marca en un ecosistema donde la interacción no pasa por tu página ni por tus métricas tradicionales?
Volvemos a lo esencial: la influencia real
El zero click marketing, paradójicamente, nos obliga a pensar más en la marca y menos en el performance inmediato. A construir relevancia, confianza y diferenciación tan fuertes, que aunque no hagan click, igual elijan tu producto.
Es volver a la importancia del storytelling, del diseño distintivo, del tono de voz consistente, de crear experiencias memorables (incluso en el feed de otro). Es asegurarte de que, cuando alguien vea un producto o una recomendación, aunque no entren a tu web, tu marca sea la que venga primero a su mente.
¿Y ahora qué?
Quizás tengamos que dejar de perseguir obsesivamente los clics y enfocarnos más en crear algo tan bueno, tan reconocible, tan auténtico, que se quede dando vueltas en la cabeza de la gente sin necesidad de banners ni “Learn More”.
Porque al final, el mejor marketing del mundo es ese que te hace pensar: “esto es exactamente lo que necesito”… incluso antes de que te pregunten.